El 11 de abril se conmemora a Santa Gema Galgani, una extraordinaria mística que tuvo la experiencia de los estigmas. El demonio la odiaba tanto que la atacaba brutalmente. Sin embargo, ella invocaba la protección de algunos santos que acudían a salvarla.
El sitio web sobre vidas de santos corazones.org señala que Santa Gema (1878-1903) tuvo una vida de mucho sufrimiento y enfermedades, pero que sobrellevó todo esto con paciencia por amor al Señor. Su ángel de la guarda le dijo: “Si Jesús te aflige en el cuerpo es para purificarte cada vez más en el espíritu”.
Cierto día, Santa Gemma recibió un libro sobre San Gabriel de la Dolorosa. El demonio la tentaba con el desaliento y le decía que si le hacía caso, la curaría. Cuando estaba por sucumbir, ella acudió al gran San Gabriel de la Dolorosa y se puso a leer el libro. Se quedó tan maravillada del religioso que estos dos santos se volvieron grandes amigos.
San Gabriel, santo de la congregación de los Pasionistas y patrono de la juventud, se le apareció y le dijo: “Ya ves qué agradable ha sido tu sacrificio. He venido yo mismo a verte. Procura ser buena y volveré”.
En el libro San Gabriel de la Dolorosa, taumaturgo de Dios del P. Ángel Peña, se recogen algunos escritos de Santa Gemma. Ella contó que “el diablo me daba con la cabeza en el suelo”, tanto así que gritó: “Cohermano Gabriel, ayúdame”. El santo se presentó junto a San Pablo de la Cruz, fundador de los pasionistas, y el enemigo huyó espantado.
En otra oportunidad, el maligno se puso a apalearla, pero gracias a la intervención de San Pablo de la Cruz el demonio la dejó.