Jessica Hanna, una madre católica de cuatro hijos y defensora de la vida que decidió renunciar a los tratamientos contra el cáncer por el bien de su hijo por nacer, murió el 6 de abril.
Su esposo, Lamar, compartió la noticia de su fallecimiento en la cuenta de Instagram de Jessica, donde ella era conocida como @blessedbycancer (bendecida por el cáncer).
"A las 8:02 p.m. del sábado 6 de abril, mi hermosa novia Jessica fue pacíficamente hacia su recompensa eterna", escribió Lamar Hanna. "Recibió la extremaunción y el perdón apostólico del P, Cabib Sharpe [el] jueves. El sábado estaba muy tranquila y, rodeada de su querida familia, exhaló su último suspiro. El cáncer era demasiado agresivo. Sufrió con alegría y sin miedo en sus últimos días. Por favor, mantengan a nuestra familia en sus oraciones".
En 2022, Hanna se unió a EWTN Pro-Life Weekly para compartir su testimonio provida. Dos años antes, cuando estaba embarazada de 14 semanas de su hijo menor, Thomas, recibió un diagnóstico de cáncer de mama. Varios médicos le aconsejaron que abortara, pero ella se negó.
Después de someterse a una cirugía, le dijeron que el tumor medía 13 centímetros, mientras que también se encontró cáncer en 43 ganglios linfáticos de la zona. Debido a su embarazo, los médicos no pudieron escanear el resto del cuerpo para ver si el cáncer se había propagado.