Como es tradición en cada segundo domingo de Pascua, este fin de semana se llevó a cabo en Chile la Fiesta de Cuasimodo, que consiste en llevar a Jesús Sacramentado a las personas postradas, enfermas y ancianas.
En la Arquidiócesis de Concepción, diversas comunidades se unieron a esta tradición que tiene su origen en la expresión de “correr a Cristo” que data del siglo XIX, cuando los sacerdotes iban a caballo para llevar la Comunión a las personas enfermas que no habían podido acudir a recibirla el Domingo de Resurrección.
En aquel entonces, los sacerdotes eran acompañados por algunos feligreses para evitar que los asaltaran y les robaran el copón con el Santísimo Sacramento.
San Juan Pablo II calificó esta práctica como “un verdadero tesoro para el Pueblo de Dios”.
Durante la realización de la actividad, los sacerdotes son escoltados por “cuasimodistas” vestidos con sus tradicionales trajes, una cruz y banderas de colores blanco y amarillo.
El Administrador Diocesano de Concepción, Mons. Bernardo Álvarez, afirmó que “la tradicional Corrida de Cuasimodo es una experiencia que tiene que ver con el anuncio de Jesucristo, con Jesucristo presente en la Eucaristía, que desde las mismas comunidades que celebran la fe, se comparte hacia los enfermos y los que sufren”.