Con motivo de la Pascua recordamos un hecho poco conocido en la vida de Santa Teresa de Jesús y que ella misma contó en un libro. La santa indicó que Jesús Resucitado se le apareció y le dio un importante mensaje. Además, este hecho ha quedado plasmado en una obra de arte.
Santa Teresa (1515-1582) comparte esta experiencia mística en su libro Las moradas, también conocido como Castillo interior, en el que la santa anima a considerar el alma como un castillo, “donde hay muchos aposentos, así como en el cielo hay muchas moradas”.
“La puerta para entrar en este castillo es la oración y consideración”, enfatiza. En este sentido, en el libro la santa desarrolla siete conjuntos de moradas con capítulos internos.
Al llegar a las Séptimas Moradas, en el capítulo dos, Santa Teresa, hablando de ella en tercera persona, describe que cierto día después de comulgar se le apareció Cristo “con forma de gran resplandor y hermosura y majestad, como después de resucitado”.
Jesús le indicó “que ya era tiempo de que sus cosas tomase ella por suyas, y Él tendría cuidado de las suyas, y otras palabras que son más para sentir que para decir”, precisó la santa.