El sacerdote Javier Sánchez, de la Archidiócesis de Zaragoza (España), ha fallecido la pasada madrugada víctima de las quemaduras que se le produjeron al incendiarse las vestiduras litúrgicas con una vela durante la Vigilia Pascual. De acuerdo al diario español El Heraldo de Aragón, fuentes del Arzobispado aseguraron que el sacerdote "intentó proteger a las monjas del convento".
"El cura intentó proteger a las monjas del convento cuando se produjo la quema de la brasa en el cuenco que se utilizó y eso le produjo al final la muerte. Al parecer se había utilizado una sustancia inflamable en la quema. La celebración se realizó en el interior del convento", indica la fuente citada por el diario español.
El presbítero, de 60 años, era párroco de la iglesia de San Gregorio, fue consiliario de la Cofradía de la Humildad y capellán de las Concepcionistas Franciscanas del barrio zaragozano de Santa Isabel, según un comunicado publicado por el Arzobispado.
Cuando estaba realizando la bendición del fuego, dentro de los ritos de la Vigilia Pascual, se prendieron los ropajes clericales, lo que afectó al 50% de su cuerpo, según fuentes episcopales citadas por el diario español Heraldo de Aragón.
Tras el accidente, el sacerdote fue llevado al Hospital Miguel Servet, donde se le ha atendido de las graves quemaduras hasta su fallecimiento.