Papa Francisco: El respeto a la creación es una consecuencia inalienable del amor al Creador

Afirmó asimismo que el  hecho de que el Estado sea “laico” contribuye en gran medida “a crear armonía”. 

“Se trata, evidentemente, de una sana laicidad, que no mezcla religión y política, sino que las distingue por el bien de ambas, y que al mismo tiempo reconoce el papel esencial de las religiones en la sociedad, al servicio del bien común”, explicó. 

Además, el Santo Padre destacó que “la paz y la armonía social se fomentan, en su modelo, mediante un trato justo y equitativo de los distintos componentes étnicos, religiosos y culturales en lo que se refiere al trabajo, el acceso a los cargos públicos y la participación en la vida política y social del país, de modo que nadie se sienta discriminado o favorecido por su identidad específica”.

Salvaguardar la creación

Haciendo referencia al tema elegido para ser tratado en el congreso: “Nuestra casa común: un don divino que hay que amar y cuidar”, el Papa Francisco recordó sus encíclicas “Laudato si' y Laudate Deum”, sobre el cuidado de la casa común y la crisis climática. 

En este sentido, expresó que “el respeto a la creación es una consecuencia inalienable del amor al Creador, a los hermanos y hermanas con quienes compartimos la vida en el planeta, y especialmente a las generaciones futuras, hacia quienes estamos llamados a transmitir una herencia que hay que apreciar, no una deuda ecológica que hay que pagar”. 

Promoción de la paz

Por último, el Santo Padre lamentó que “la retórica belicosa vuelve a estar de moda” y afirmó que, “mientras se difunden palabras de odio, la gente muere en la brutalidad de los conflictos”. 

Por ello, el Pontífice aseguró que “hay que hablar de paz, soñar con la paz, dar creatividad y concreción a las expectativas de paz, que son las verdaderas expectativas de los pueblos y de las personas”. 

Posteriormente, invitó a los miembros de este congreso a hacer “todos los esfuerzos posibles en este sentido, en diálogo con todos”. 

“Que vuestro encuentro en el respeto de la diversidad y con la intención de enriqueceros mutuamente sea un ejemplo para no ver en el otro una amenaza, sino un don y un interlocutor precioso para el crecimiento recíproco”, les instó el Papa Francisco.