El pasado 31 de marzo, Domingo de Resurrección para la Iglesia Católica, el Patriarca Ecuménico Bartolomé, de la Iglesia Ortodoxa, pidió que a partir de 2025 se establezca un día común —en todas las denominaciones cristianas— para celebrar la Pascua.
Los ortodoxos y los católicos de rito bizantino se rigen por el calendario juliano, que tiene su origen en la reforma establecida por el emperador Julio César en el año 46 a.C., y que estableció un nuevo calendario para el Imperio Romano.
Este calendario estuvo en vigor en la mayor parte de Europa y en las provincias europeas de ultramar hasta la nueva reforma promulgada en el año 1582 por el Papa Gregorio XIII, que estableció un nuevo calendario (llamado “gregoriano”) para reemplazar al juliano, y que ahora es de uso común en gran parte del mundo.
Debido a esto, usualmente la Iglesia Ortodoxa celebra la Pascua en un día distinto a la Iglesia Católica. Este año, la Pascua ortodoxa se conmemora el domingo 5 de mayo. Sin embargo, en 2025 el día coincidirá: será el domingo 20 de abril para todos los cristianos.
“Pidamos al Señor que la celebración común de la Pascua que tendremos el próximo año no sea una feliz coincidencia, un hecho fortuito, sino el inicio del establecimiento de una fecha común para la cristiandad occidental, en vista del 1700 aniversario, en 2025, de la convocatoria del primer Concilio Ecuménico de Nicea, que entre otras cosas también abordó la cuestión de la reglamentación del tiempo de la celebración de la Pascua”, manifestó Bartolomé.
Además, el Patriarca ortodoxo remarcó que “hay buena voluntad y disposición” entre ambas Iglesias y que el hecho de que los cristianos celebren la Resurrección del Señor en días separados “es un escándalo”.