La Arquidiócesis de Vancouver (Canadá) firmó el Domingo de Pascua un “pacto sagrado” con el gobierno indígena Tkʼemlúps te Secwépemc en la ciudad de Kamloops. Este gesto, calificado por el arzobispo local, Mons. John Michael Miller, como un hito “histórico”, marca el inicio de una “nueva relación” entre las tribus nativas y la Iglesia Católica.
Mons. Miller señaló el 31 de marzo en un discurso durante la firma que los líderes tribales locales desarrollaron la idea del pacto a finales de 2021, después de los “informes de Kamloops”. Durante varios años, esta ciudad ha sido el centro de la controversia tras la publicación en mayo de 2021 de una investigación que reveló el aparente descubrimiento de un espacio de fosas comunes en la antigua Escuela Residencial India dirigida por católicos en Kamloops, Columbia Británica.
Los investigadores afirmaron haber localizado más de 200 fosas comunes de niños en el lugar de la escuela utilizando un radar de penetración terrestre. La instalación de Kamloops fue parte del sistema de escuelas residenciales canadienses para niños nativos e indígenas, que funcionó desde finales del siglo XIX hasta casi finales del siglo XX.
Se estima que unos 150.000 niños asistieron a las escuelas y se cree que más de 4.000 murieron en ellas, según la Comisión de Verdad y Reconciliación de Canadá.
El sistema de escuelas residenciales ha sido criticado por “adoctrinar [a los niños indígenas] en formas de vida eurocanadienses y cristianas y asimilarlos a la sociedad blanca canadiense dominante”. En 2008, el primer ministro de Canadá reconoció públicamente que las escuelas fueron instituidas con este propósito y se disculpó en nombre del gobierno.
El Arzobispo de Vancouver expresó el domingo a la asamblea que estaba “consciente y profundamente arrepentido de las tragedias que surgieron del Sistema de Escuelas Residenciales” y del papel de la arquidiócesis en él.