El gobierno de Francia ha iniciado una serie de medidas legales contra el sacerdote católico Matthieu Raffray por haber dicho que las relaciones homosexuales son un pecado y por haber llamado “debilidad” a la homosexualidad.
El pasado 15 de marzo, el sacerdote del Instituto del Buen Pastor —creado en 2006 en Roma para “la defensa y difusión de la Tradición católica en todas sus formas”, según señala el sitio web de esta sociedad de vida apostólica— publicó un video en Instagram en el que alentaba a los fieles a luchar contra sus debilidades.
En ese sentido, el Abbé Raffray comentó que cada persona tiene sus propias armas para luchar, pero el diablo convence de que el combate "es demasiado duro" y por lo tanto es inútil luchar.
El video fue denunciado por diversos grupos del lobby LGBT (lesbianas, gays, bisexuales y transexuales), y Aurore Bergé, Ministra para la igualdad entre mujeres y hombres y la lucha contra las discriminaciones, calificó las declaraciones del sacerdote como “inaceptables”.
En un mensaje en su cuenta de la red social X (antes Twitter), Bergé indicó que le ha pedido “a la Delegación Interministerial para la Lucha contra el Racismo, el Antisemitismo y el Odio Anti-LGBT (DILCRAH) que informe del asunto al fiscal en virtud del artículo 40” del código penal. “No dejaré pasar nada ante el odio, sea el que sea”, agregó.
La DILCRAH indicó que recibió el mensaje de la ministra y precisó que ha informado “al fiscal de los comentarios homofóbicos hechos por el Sr. Raffray en sus redes sociales”. “Hablar de la homosexualidad como una debilidad es vergonzoso”, añadió.