Esta madrugada más de 20 mil personas participaron de la Procissão do Fogaréu (Procesión de la fogata) en la ciudad brasileña de Goiás, una tradición que recuerda el arresto de Jesús en el Huerto de los Olivos y en la que hombres encapuchados portan antorchas, representando a los soldados romanos.
El acto comienza con el apagado de las luces de la ciudad para así, a la medianoche, iniciar la procesión desde el Museo de Arte Sacro de Boa Morte, con alrededor de 40 farricocos, personas vestidas con túnicas de colores y capirotes puntiagudos.
Tradicionalmente, parten al son de los tambores y acompañados por la multitud hacia el Santuario de Nuestra Señora del Rosario, donde se simboliza la Última Cena. Como en ese lugar no encuentran a Jesús, los farricocos se dirigen hacia la iglesia de San Francisco de Paula, que simboliza al Huerto de los Olivos.
En este templo hallan a Jesús, representado por un cuadro, y lo arrestan con el sonido de la corneta. Posteriormente regresan al museo, finalizando la procesión.
La procesión tiene orígenes medievales y fue traída a la ciudad de Goiás en 1745, por el sacerdote español João Perestrello de Vasconcelos Espíndola.