El Equipo de Pastoral Social de la Diócesis de Catamarca se pronunció con preocupación ante la situación crítica de gran parte de la población por la elevada pobreza, falta de empleo y la incapacidad de cubrir las necesidades básicas.
En un comunicado titulado Que a nadie le falte el pan, la Pastoral hizo hincapié en la realidad de “tantas personas en situación de alta vulnerabilidad social”.
En ese sentido, apuntó hacia las prioridades del gobierno actual, considerando a la luz del Evangelio que el “déficit cero” no debe ser el principio organizador y ordenador de la economía de la sociedad, “sino las necesidades básicas de las personas, especialmente de las más desvalidas y frágiles”.
“En una economía humana y humanizadora, la primacía la tienen las personas y no los números”, insistió.
Por eso, ante esta “dura realidad” apeló a que las autoridades “revisen sus decisiones políticas, de modo tal que no paguen las consecuencias los que menos tienen”.
Asimismo, pidió a la comunidad “gestos de solidaridad para con los sufrientes a quienes queremos acompañar con sincero corazón”.