Secuestran al menos 66 personas en Culiacán, México: Obispo llama a criminales a la “cordura”

El prelado convocó a la comunidad católica a elevar una oración por “estos hermanos nuestros que han sufrido y siguen sufriendo los estragos de este acontecimiento que ha violentado sus vidas y su libertad”.

Especialmente exhortó a “intensificar nuestra oración” en las Misas y actos litúrgicos durante Semana Santa, “para que el Señor nos conceda el don de la paz para nuestra ciudad y el pronto retorno a casa de quienes han sido privados de su libertad”.

Dirigiéndose a los criminales, el prelado recordó que “Dios nos pedirá cuentas de lo que hemos hecho con nuestros hermanos”.

Finalmente, Mons. Herrera Quiñonez invocó la intercesión de la Virgen de Guadalupe, para que “bendiga a todas las familias sinaloenses y gocen de una paz verdadera y les sean respetados los dones de la libertad y la vida”.

La constante violencia en Culiacán

Culiacán es la capital del estado de Sinaloa, territorio de origen del grupo criminal conocido como el Cártel de Sinaloa, que ha sido considerado como uno de los más grandes y poderosos grupos de grupos de narcotraficantes del hemisferio occidental. Hasta hace pocos años, la organización delictiva tuvo como cabecilla a Joaquín “el Chapo” Guzmán, hoy condenado a cadena perpetua por la justicia estadounidense.

De acuerdo a las autoridades estadounidenses, cuatro hijos de Guzmán —Iván, Alfredo, Joaquín y Ovidio—, a quienes se conoce como “los chapitos”, habrían formado parte de la cúpula del Cártel de Sinaloa, junto a Ismael “El Mayo” Zambada. Ovidio Guzmán fue arrestado en Culiacán en enero de 2023 y extraditado meses después a Estados Unidos.

Esta detención desencadenó un brote de violencia que resultó en un trágico saldo de 29 muertos y heridos, así como en bloqueos de carreteras y ataques armados, incluidos los ocurridos en instalaciones clave como el aeropuerto y una base aérea militar.