En medio de la guerra entre Israel y Hamás, los católicos en Tierra Santa iniciaron la Semana Santa este 24 de marzo con dos actos litúrgicos solemnes de Domingo de Ramos, encabezados por el Cardenal Pierbattista Pizzaballa, Patriarca Latino de Jerusalén.
A primera hora de la mañana, informó la Custodia franciscana de Tierra Santa, se realizó la procesión de ramos alrededor del Edículo, que resguarda la tumba del Señor en la Basílica del Santo Sepulcro de Jerusalén. Seguidamente el cardenal ofició la Misa solemne. De igual forma, por la tarde tuvo lugar una procesión desde Betafgé hasta la Iglesia de Santa Ana, en Jerusalén.
En la Basílica del Santo Sepulcro, el Cardenal Pizzaballa bendijo las palmas, traídas desde Jericó, y los ramos de olivo provenientes del convento franciscano de San Salvador en Jerusalén. La multitud de fieles dio tres vueltas alrededor del Edículo, como una manera simbólica de recordar los tres días que Jesús pasó en la tumba.
“Los asistentes agitaron alegremente las palmas y las ramas de olivo. El canto de Hosanna resonó jubiloso durante mucho tiempo bajo la bóveda de la rotonda de la Anástasis [transliteración de la palabra griega usada para referirse a la Resurrección]”, expresó la Custodia de Tierra Santa.
La Misa solemne se celebró en el altar de la Magdalena, ubicado cerca del Edículo. Durante la Eucaristía se leyó la Pasión del Señor según San Marcos. El texto fue proclamado en latín por tres frailes de la Custodia de Tierra Santa (Jesús, el cronista y la multitud), cantándolo en tres melodías distintas, según una antigua tradición extendida desde el siglo XI.