La Conferencia de Obispos Católicos de Haití alzó la voz de la esperanza en medio de la grave crisis en el país caribeño, con un llamado urgente al cese de la violencia generalizada y a la búsqueda activa de la paz y la reconciliación nacional.
En un comunicado emitido el 18 de marzo desde su sede en Puerto Príncipe, la capital del país, diez prelados expresaron preocupación, denunciando los homicidios, ajustes de cuentas y saqueos que vienen provocando una profunda crisis humanitaria. “La situación actual nos llena de dolor y preocupación. Es un llamado urgente a la reflexión y la acción”, manifestaron.
“Este sueño de un país sin violencia nos hace elevar la voz para pedir que cesen los actos que buscan reducir a Haití a ruinas y cenizas”, señalaron.
La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) ha informado que entre el 8 y el 14 de marzo un total de 16.947 personas abandonaron la capital debido a los crecientes ataques armados y la inseguridad generalizada.
Estas personas han buscado refugio en las provincias, especialmente en los departamentos del Gran Sur, que abarcan Grand'Anse, Nippes, Sur y Sureste, enfrentándose al riesgo de transitar por rutas controladas por pandillas. Según el informe de la OIM, la región sureña ya alberga a más de 116.000 personas, la mayoría de las cuales han huido de la capital en los últimos meses.
A la crisis de seguridad se suma la inestabilidad política tras la renuncia del primer ministro Ariel Henry (cabeza del Poder Ejecutivo) la semana pasada, quien no convocó elecciones generales; así como la escasez de alimentos, cuidados de la salud, agua potable, entre otros.