El Papa Francisco ha enviado un breve pero emotivo mensaje a un grupo de migrantes del Campo de Acogida de Lajas Blancas, cerca del Darién, en Panamá, a quienes alienta a no olvidarse de su dignidad humana.
El conocido como tapón del Darién es una selva inhóspita ubicada entre Colombia y Panamá, y es atravesada cada año por cientos de miles de personas que quieren migrar a los Estados Unidos.
Esta crisis migratoria está siendo abordada del 19 al 22 de marzo por las directivas de los episcopados de Colombia, Panamá y Costa Rica en un encuentro celebrado con el tema “Pascua con nuestros hermanos migrantes”.
En el escrito, de carácter personal y difundido por la Oficina de Prensa de la Santa Sede este 21 de marzo, el Papa Francisco les expresa su cercanía, al tiempo que les recuerda que él también es hijo de migrantes “que salieron en búsqueda de un mejor porvenir”.
“Hubo momentos en que ellos se quedaron sin nada, hasta pasar hambre; con las manos vacías, pero el corazón lleno de esperanza”, destaca el Pontífice al recordar a sus parientes.
A continuación, agradece a los obispos por su presencia en Panamá y se refiere a ellos como “el rostro de una Iglesia madre que marcha con sus hijos e hijas, en los que descubre el rostro de Cristo y, como la Verónica, con cariño, brinda alivio y esperanza en el viacrucis de la migración”.