Esta semana la Corte Suprema de Estados Unidos rechazó, sin realizar comentarios, el pedido de un matrimonio católico de Indiana en una disputa legal sobre la custodia de su hijo que se identifica como transexual.
Mary y Jeremy Cox se negaron a aceptar la identidad femenina auto percibida de su hijo en 2019, y en su lugar buscaron terapia para abordar lo que consideraban problemas de salud mental subyacentes. Posteriormente, el gobierno retiró a su hijo del hogar, colocándolo en otra casa que “aprobaba” sus ideas sobre género.
El gobierno estatal eventualmente retiró sus acusaciones de abuso contra la pareja, aunque en última instancia se negó a devolverle la custodia, argumentando que el niño había desarrollado un trastorno alimentario debido a la disputa. Varias decisiones judiciales respaldaron la orden del estado.
La pareja, representada por el Becket Fund for Religious Liberty (Fondo Becket para la Libertad Religiosa), presentó una petición el mes pasado. El lunes 18 de marzo, la Corte Suprema declinó escuchar el caso, rechazando la petición de los Cox sin hacer comentarios.
El hijo de la pareja católica ha cumplido 18 años desde que comenzó la disputa legal, aunque los Cox argumentaron en su apelación que la decisión del estado aún debería ser impugnada en parte, porque tienen otros hijos en casa y estaban “gravemente preocupados de que Indiana haga reclamos y acusaciones similares” con respecto a esos niños.
En una declaración proporcionada a CNA —agencia en inglés de EWTN News— el martes 19 de marzo a través del Fondo Becket, los Cox expresaron que “ningún otro padre amoroso debería tener que soportar lo mismo que nosotros”.