Este 6 de abril empieza la quinta y última semana del Tiempo de Cuaresma, conocida en muchos lugares como la ‘Semana de Pasión’, por su proximidad a la Semana Mayor o Semana Santa.
¿Qué es la Semana de Pasión?
La Semana de Pasión empieza con el Quinto Domingo de Cuaresma -el ‘Domingo de Pasión’- y concluye con el Sábado de Pasión, víspera del Domingo de Ramos -día en que se celebra la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén y se lee en Misa el relato de la Pasión del Señor, dando inicio a la Semana Santa-.
El Domingo de Ramos o Domingo de Palmas hace de ‘puente’ entre la Semana de Pasión y la Semana Santa, dos semanas en las que todo cristiano tiene la oportunidad de adentrarse de manera privilegiada en los misterios del sacrificio redentor de Cristo. Cabe decir que la celebración de la Semana de Pasión no compite en importancia con la ‘Semana Mayor’ (el nombre es más que elocuente), cuyo núcleo es el Triduo Pascual. La Semana de Pasión debe ser, en ese sentido, una ‘preparación próxima’ para vivir intensamente la semana más importante del año para la cristiandad, la Semana Santa.
También es bueno señalar que llamar a la Quinta Semana de Cuaresma ‘Semana de Pasión’ es parte de una tradición que no siempre se conoce o que puede haber caído en el olvido. A pesar de eso, en muchos lugares se sigue observando con entera devoción, convirtiéndose en una suerte de ‘preparación dentro de la preparación’ que es de por sí la Cuaresma. Por eso, subrayar o volver sobre esta práctica tradicional puede ser de gran ayuda para los fieles, ya sea para quienes perdieron el paso penitencial a lo largo de las primeras semanas del Tiempo de Cuaresma, y desean recuperarlo; ya sea, simplemente, como ocasión para marcar más el ritmo espiritual en el camino que se inició el Miércoles de Ceniza.
En España, donde subsisten para riqueza de la Iglesia antiguas tradiciones y devociones centenarias, la Semana de Pasión tiene dos días muy importantes: el Viernes de Dolores y el Sábado de Pasión.