Los obispos de Estados Unidos están convocando a una campaña de oración a nivel nacional antes de la audiencia de la Corte Suprema de Estados Unidos, que la próxima semana podría afectar la disponibilidad de la píldora abortiva mifepristona.
El año pasado, el tribunal anunció que revisaría un fallo del Tribunal de Apelaciones del Quinto Circuito decidido en agosto de 2023 y que imponía restricciones a la píldora abortiva por motivos de seguridad. La decisión final de la Corte Suprema podría restringir el envío de este fármaco por correo.
La audiencia está programada para el 26 de marzo. En una carta emitida este mes, el presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos (USCCB por sus siglas en inglés), el Arzobispo Timothy Broglio, y el presidente del Comité de Actividades Pro-Vida del Episcopado, el arzobispo Michael Burbidge, invitaron “a los católicos a unirse en un esfuerzo enfocado de oración” por “el fin del aborto y la protección de las mujeres y los niños no nacidos”, comenzando el 25 de marzo.
Los obispos dijeron que la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA por sus siglas en inglés), al permitir el envío de píldoras abortivas por correo, “ha permitido una industria nacional del aborto por correo y ha convertido a las farmacias locales en proveedores de abortos químicos”.
Esas pastillas “son ahora la forma más común de aborto en Estados Unidos”, señalaron los obispos.
La decisión final de la Corte Suprema sobre este asunto, añadieron los obispos, “tiene el potencial de dar un impacto importante en la accesibilidad generalizada del aborto químico”.