"Mi secreto, mi gran secreto, es rezar", señala sor Inah Canabarro Lucas que, a sus 115 años, es la monja más anciana del mundo. "Rezo el Rosario todos los días por todas las personas del mundo entero", afirma.
La monja teresiana es también la persona de más edad en Brasil y América Latina, según el Grupo de Investigación Gerontológica (GRG).
La hermana Inah transmitió su buen humor y alegría en las pocas palabras que consiguió pronunciar en la entrevista que concedió a ACI Digital —agencia en portugués del Grupo ACI— el sábado 9 de marzo. Repitió varias veces una oración a la Virgen pidiéndole "por todas las personas del mundo entero".
La religiosa vive actualmente en Porto Alegre, estado de Río Grande do Sul, en la Casa de Acogida Santo Enrique de Ossó, contigua a la Casa Provincial de las Hermanas Teresianas de Brasil, comunidad en la que fue acogida en 1927 a los 19 años de edad.
Para la coordinadora de la casa, sor Lúcia Ignez Bassotto, sor Inah "siempre está centrada en los demás y no en sí misma". Es "una persona muy resiliente, no exige nada, agradece todo, piensa que todo está bien, tiene una enorme admiración por la congregación, por la compañía. Reza por todos, se preocupa por todos".