Luego de una denuncia en contra de Catholic Relief Services (CRS) —el brazo humanitario de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos (USCCB, por sus siglas en inglés)— de haber participado en programas de anticoncepción y aborto en algunos países africanos, la organización afirmó a ACI Prensa que las acusaciones en su contra “son completamente infundadas”.
Un estudio conjunto publicado por el Lepanto Institute (LI) y el Population Research Institute (PRI) señaló que CRS impulsa abiertamente campañas para la promoción de preservativos y anticonceptivos, así como la implantación de redes de derivación sanitaria “que incluían promotores y proveedores de abortos y anticonceptivos" en diversos países de África.
El presidente del PRI, Steven Mosher, indicó que CRS “ha remitido, en múltiples países, a niñas de tan sólo 10 años a proveedores de abortos y anticonceptivos”. Además, denunció que la organización “incluso ha corrompido la buena moral de las jóvenes con sus propios materiales”.
Beatriz Afanador, directora de marketing y comunicación para el mercado hispano de CRS, negó todas las acusaciones y precisó que se trata de una campaña organizada por “un puñado de grupos como el Instituto Lepanto” para afectar negativamente las actividades de recaudación de fondos que CRS promueve a nivel mundial.
Cada Cuaresma, continúa Afanador, se levantan las mismas acusaciones en contra de CRS, que ya “han sido investigadas a fondo” a través de “evaluaciones meticulosas a lo largo de los años”.
En un correo enviado a EWTN Noticias, aseguró que “CRS ha confirmado que estas afirmaciones son completamente infundadas”. También precisó que la organización está firmemente dedicada “a las enseñanzas de la Iglesia Católica y los minuciosos procedimientos que empleamos para determinar las opciones de nuestros programas”.