En medio de la violencia que azota al estado mexicano de Guerrero, un sacerdote logró que diversos grupos del crimen organizado se sentaran a la mesa para dialogar por la paz con la Iglesia Católica: se trata del P. José Filiberto Velázquez Florencio, de la Diócesis de Chilpancingo-Chilapa.
El crimen organizado y el diálogo por la paz en Guerrero
El 14 de febrero de 2024, la Iglesia Católica confirmó que se habían realizado encuentros con líderes del crimen organizado en busca de una solución pacífica a los enfrentamientos y la violencia en la región.
En los diálogos participaron los cuatro obispos de la Provincia Eclesiástica de Acapulco: Mons. Leopoldo González, Arzobispo de Acapulco; Mons. José de Jesús González, Obispo de Chilpancingo-Chilapa; Mons. Dagoberto Sosa, Obispo de Tlapa; y el Obispo de Ciudad Altamirano, Mons. Joel Ocampo.
Inicialmente, los miembros de los diferentes grupos del crimen organizado en la zona se rehusaban a llegar a un acuerdo que permitiera la pacificación. Sin embargo, eventualmente dio algunos resultados la perseverancia del P. Velázquez Florencio, que es también director del Centro de Derechos Humanos Minerva Bello.
El P. Velázquez Florencio señaló a ACI Prensa el 5 de marzo que su labor con las víctimas de desplazamiento y personas afectadas por la violencia fue lo que facilitó el contacto con líderes de los grupos criminales, quienes finalmente accedieron a participar en el diálogo propuesto por la Iglesia.