El gobierno de Hong Kong publicó el 8 de marzo una nueva ley de seguridad, según la cual los sacerdotes católicos pueden ser condenados a una pena de 14 años de prisión si es que no rompen el secreto de confesión cuando sepan de algún delito de “traición”.
La Iglesia Católica protege el secreto de confesión, y el sacerdote que lo rompa es excomulgado de forma automática.
De acuerdo a la norma de Hong Kong, quien tenga una publicación con intenciones “sediciosas” podrá ser penado con hasta tres años de cárcel, un condenado por sedición recibirá una pena de siete años de cárcel, quien esté en contacto con una fuerza externa podría ir hasta por 10 años a prisión. Dependiendo de la gravedad del delito, las penas pueden llegar hasta la cadena perpetua.
Benedict Rogers, cofundador y director ejecutivo del grupo de defensa de derechos humanos Hong Kong Watch, indicó a LifeSiteNews que en esta nueva ley “existen nuevas restricciones que pueden impedir que un detenido hable con un abogado de su elección, la detención sin cargos se ampliará hasta siete días, y se aplicarán penas más severas para los activistas en el extranjero”.
Rogers advirtió de los dichos del Secretario de Justicia de Hong Kong, Lam Ting-kwok, quien se refirió a los 14 años de cárcel que podría recibir un sacerdote si no viola el secreto de confesión.
Según refiere Asia News, en este caso el delito está tipificado como “traición por negligencia” y apunta no sólo a los sacerdotes sino también a quienes sepan de conductas contrarias a la seguridad del Estado pero no las denuncien.