23 de noviembre de 2024 Donar
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Mujeres de Ucrania hallan paz en la Iglesia Católica ante el dolor de la guerra

El P. Andrzej, capellán militar, con Olha (izquierda), su hijo de 6 años, y Nadiya (derecha)./ Crédito: ACN.

Con motivo del Día Internacional de la Mujer, a celebrarse este 8 de marzo, una delegación de la fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN, por sus siglas en inglés), visitó Ucrania y “escuchó el testimonio de mujeres inmersas en la lucha contra las secuelas de la guerra”, y el apoyo que les ha brindado la Iglesia Católica.

“ACN quiere honrar a las valientes esposas, hermanas, madres y religiosas que están ayudando a mantener viva la fe y la esperanza en una Ucrania devastada por la guerra”, explicó la fundación.

Con cientos de miles de hombres luchando en el frente, a las mujeres del país les toca afrontar numerosos obstáculos, como “criar solas a sus hijos y cuidar a parientes queridos” y soportar “el inmenso sufrimiento que ocasiona la duda de si los hijos y maridos regresarán sanos y salvos, o la certeza de que no lo harán nunca”.

Una de estas mujeres es Nadiya, de la ciudad de Leópolis, quien quedó viuda durante el primer año de guerra. Para ella, el apoyo de los capellanes militares fue fundamental para lograr salir adelante. Comenta que siempre estuvieron dispuestos a atenderla y que, incluso hoy, se siguen reuniendo una vez al mes para celebrar una Misa por los caídos.

Allí, “la gente llora sin lágrimas y grita sin voz” y reza incansablemente por las víctimas y sus familias. Este apoyo a través de la oración, continúa Nadiya, le ha dado las fuerzas necesarias para ayudar a otras viudas. 

“Aquí todo el mundo es un héroe, unos en el frente y otros en la retaguardia, desde donde apoyan a los primeros con paquetes de ayuda y redes de camuflaje”, añadió.

Historias como la de Nadiya hacen que otras mujeres pasen noches enteras en vela. Tal es el caso de Nataliya, una joven madre de la misma ciudad. 

“Ser la esposa de un soldado que está en el frente implica mucho sufrimiento, lo único que quieres es que tu marido sobreviva”, manifestó a ACN.

Para sobrellevar esta situación, Nataliya se ha acercado a la Casa de la Misericordia, fundada por la Arquidiócesis de Leópolis, donde puntualiza no sentirse sola y tener la libertad de hablar de sus miedos. 

“Venir aquí me da estabilidad, por mi propio bien y por el de mi marido. Me ayuda a prevenir la locura y, como resultado, me siento más fuerte”, afirmó. Esto, resalta, le ha permitido llevar una vida normal.

La importancia de la oración ante la guerra en Ucrania

Aunque la ciudad de Leópolis está ubicada lejos del frente de batalla, en estos dos años de guerra ha recibido a muchos desplazados. Allí, incluso antes del conflicto, ACN apoyó a las hermanas albertinas a construir un refugio para personas sin hogar, que se ha convertido en un centro de atención para los afectados por la violencia de la guerra.

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Una de estas religiosas, la Hna. Hieronyma, aseguró que el centro de atención es hoy “más necesario que nunca” y que “es como un milagro” que se haya logrado construir y mantener en funcionamiento. 

“Cuarenta mujeres sin hogar, incluidas madres con recién nacidos, pueden encontrar cobijo aquí”, precisó.

Otra monja, la Hna. Klara, superiora de las benedictinas, señala que los soldados ucranianos le piden a menudo que rece por ellos. “Lo que más nos ayuda no son los sistemas de defensa antimisiles, sino la oración. Esa es nuestra arma más poderosa”, indican los combatientes a la religiosa.

“Y cuando les pregunto a los soldados qué necesitan, siempre me contestan lo mismo: 'Tus oraciones'”, concluyó la Hna. Klara.

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