Para resguardar la seguridad de los fieles, una parroquia católica ubicada en la localidad de Felipe Carrillo Puerto (La Ruana), en el estado mexicano de Michoacán, cerró temporalmente sus puertas y suspendió los servicios religiosos.
En un mensaje difundido en su página de Facebook el martes 27 de febrero, la parroquia Santa María de Guadalupe expresó su preocupación por la situación en la que se encuentra la comunidad: “Estamos en estado de riesgo, oremos por la paz de nuestro pueblo”.
“Por seguridad de todos, la parroquia Santa María de Guadalupe La Ruana permanecerá cerrada. El día de hoy no habrá oración ni misa. Por su atención y comprensión gracias”, se lee en la publicación.
Este anuncio se produjo después de que se difundieran videos en redes sociales de enfrentamientos armados en La Ruana, con el sonido de detonaciones y balas.
Esta comunidad forma parte del municipio de Buenavista Tomatlán, en la zona pastoral de la Diócesis de Apatzingán.
Tras su primer comunicado, el viernes 1 de marzo la cuenta de la parroquia emitió otro aviso informando que “no habrá catequesis por la inseguridad”.