El Obispo Emérito de Canelones (Uruguay), Mons. Alberto Sanguinetti, se refirió en un artículo publicado en su sitio web personal a las bendiciones permitidas según el documento Fiducia supplicans, afirmando que “el diablo metió la cola”, y que la declaración en sí trae “confusión”.
Bendición a dos personas homosexuales en Uruguay
Refiriéndose puntualmente a la reciente bendición a dos personas homosexuales aprobada por el Obispo de Maldonado, Mons. Milton Tróccoli, que tomó gran relevancia en Uruguay por tratarse de personalidades públicas, el Obispo Emérito de Canelones lo definió como “un show carnavalesco” con “un gran tropezón en el baile”.
Mons. Sanguinetti describió aquello como una bendición “casi teatral sobre cada uno de dos varones, sentado uno junto a otro, que celebraban su vinculación a modo de pareja legal”.
Para el obispo se trató de “un verdadero tropezón, es decir un escándalo, en el sentido de dar el pie contra la piedra, en el camino de testimoniar el Evangelio de Jesús, de testificar la libertad de la Iglesia de las presiones del mundo”.
Recordando el texto de Fiducia supplicans, señaló que en ella y en los sucesivos comentarios se decía “que se trataba de bendiciones espontáneas, sin forma, al paso, en ocasiones subitáneas, acotadas a 15 segundos”.