El expresidente estadounidense Donald Trump insistió esta semana en su acusación de que el presidente Joe Biden está persiguiendo a los católicos, diciendo que este ha "usado como arma" al Departamento de Justicia de Estados Unidos contra ellos.
En una entrevista con Sean Hannity el 29 de febrero, el expresidente afirmó que "los cristianos y los estadounidenses de fe están siendo perseguidos como nada que esta nación haya visto antes".
"No sé qué está pasando con los católicos", dijo Trump, asegurando que Biden ha "usado como arma al FBI y al Departamento de Justicia para ir a por sus oponentes políticos y muchas otras personas". Estas recientes declaraciones se suman a otras que Trump ha hecho durante la campaña electoral, incluso en diciembre, cuando dijo que Biden está "persiguiendo violenta y brutalmente a los católicos" al "enviar espías encubiertos" y enviando "equipos SWAT para arrestar a activistas provida".
Trump, que no es católico y cuyos puntos de vista difieren de los de la Iglesia en una serie de temas claves, ha acusado con frecuencia a Biden, un católico profeso que también está en desacuerdo con numerosas enseñanzas de la Iglesia, de perseguir a otros católicos.
Bajo el mandato de Biden, el Departamento de Justicia ha presentado numerosas acusaciones contra manifestantes provida pacíficos por violaciones de la Ley federal FACE, que prohíbe "conductas violentas, amenazantes, dañinas y obstructivas destinadas a lesionar, intimidar o interferir con el derecho a buscar, obtener o proporcionar servicios de salud reproductiva".
En los últimos años, quizás el cargo más notable de la Ley FACE se hizo contra Mark Houck, un padre de siete hijos de Pensilvania cuyo nombre llegó a los titulares nacionales cuando fue arrestado por autoridades fuertemente armadas en su casa el 23 de septiembre de 2022, y finalmente absuelto de todos los cargos.