El distinguido físico mexicano Adolfo Orozco falleció el 26 de febrero, a la edad de 81 años. Reconocido por su dedicación incansable al estudio de la Sábana Santa de Turín, Orozco dejó una huella imborrable en la comunidad académica y religiosa.
El Centro Mexicano de Sindonología compartió en su página de Facebook el legado del académico e investigador Adolfo Orozco.
Licenciado en Física y Maestro en Ciencias por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Orozco fue investigador del Instituto de Geofísica de la UNAM desde 1970 y docente del Instituto de Matemáticas Aplicadas y Sistemas y del Centro de Ciencias Aplicadas y Desarrollo Tecnológico, en la misma institución.
En declaraciones concedidas tiempo atrás a Desde la Fe, semanario de la Arquidiócesis Primada de México, Orozco reveló que su fascinación por la Sábana Santa fue avivada tras ver en 1978 una entrevista televisiva al Dr. Enrique Rivero-Borrell, que estudiaba el Santo Sudario desde la década 1950, y que en esa ocasión explicaba en detalle el valor científico del objeto como testimonio de la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús.
A partir de ese momento, Orozco dedicó sus esfuerzos a estudiar y analizar exhaustivamente todo el material relacionado con la reliquia.
Después de participar en un curso en Italia y visitar Turín para examinar la Sábana Santa y conversar con Piero Coero-Borga, curador de la misma, Orozco fue invitado a colaborar en la formación del Centro Mexicano de Sindonología, a petición del Cardenal Ernesto Corripio Ahumada, que gobernó pastoralmente la Arquidiócesis de México entre 1977 y 1994.