Mons. Christopher Saunders, el Obispo emérito de Broome (Australia), ha sido arrestado y acusado de violación y otros cargos, basados, al menos en parte, en los hallazgos de una investigación del Vaticano a raíz de las acusaciones de abuso a jóvenes vulnerables.
Las autoridades anunciaron el jueves 22 de febrero que el prelado de 74 años está siendo acusado de dos cargos de violación, 14 cargos de asalto ilegal e indecente, y tres cargos de trato indecente a un niño como persona en autoridad. Estos hechos habrían ocurrido en las ciudades de Broome, Kununurra y la comunidad aborigen de Kalumburu entre 2008 y 2014.
La Corporación Australiana de Radiodifusión informó que Mons. Saunders se declarará inocente de los cargos en su contra. El jueves el prelado fue puesto en libertad con una fianza de aproximadamente 6,500 dólares americanos. La Corte de Magistrados de Broome le ordenó permanecer en su hogar hasta la audiencia judicial que tendrá en junio.
En un comunicado de prensa publicado el jueves, el Arzobispo Timothy Costelloe, presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de Australia, señaló que las acusaciones hechas contra Mons. Saunders “son muy serias y profundamente angustiantes, especialmente para aquellos que las hacen”.
Señalando que es “correcto y adecuado, e incluso necesario, que todas estas acusaciones sean investigadas a fondo”, Mons. Costelloe aseguró que la Iglesia “continuará cooperando plenamente con la Policía y tomará todas las medidas necesarias para evitar cualquier acción que pueda comprometer la integridad y autonomía de la investigación policial”.
Mons. Saunders fue ordenado sacerdote en 1976. Antes de ser nombrado Obispo de Broome en 1996, tuvo varios encargos en parroquias aborígenes. La Diócesis de Broome es sufragánea de la Arquidiócesis de Perth y está ubicada en la remota región noroccidental de Kimberley, en el estado de Australia Occidental.