Los sacerdotes en la Catedral de San Patricio en Nueva York (Estados Unidos) se sorprendieron por la “irreverencia y falta de respeto” que ocurrió durante el reciente funeral de un activista trans, indicó el Cardenal Timothy Dolan en sus primeros comentarios públicos al respecto.
“No conocíamos el trasfondo. No hacemos controles del FBI sobre las personas que quieren ser enterradas”, señaló el Arzobispo de Nueva York durante su podcast del martes 20 de febrero, y agregó que el personal de la catedral intenta ser acogedor cuando alguien solicita un funeral.
La catedral acogió el servicio fúnebre del 15 de febrero para Cecilia Gentili, un activista que ayudó a despenalizar el trabajo sexual en Nueva York y que promovió que la “identidad de género” se añadiera como una clase protegida en las leyes de derechos humanos del estado.
Los organizadores del funeral no habrían revelado a la Catedral de San Patricio que Gentili, fallecido el 6 de febrero a los 52 años, era un hombre que se identificaba como mujer. “Lo mantuve en secreto”, declaró al New York Times, Ceyeye Doroshow, organizador del servicio.
A lo largo de la liturgia, el celebrante, el P. Edward Dougherty, se refirió a Gentili con pronombres femeninos y describió a esta persona como “nuestra hermana”. Además, como informó CNA —agencia en inglés de EWTN News—, las oraciones de los fieles durante el servicio fúnebre incluyeron un llamado a que “la comunidad de Cecilia” “tenga acceso a atención médica que afirme la vida” –una aparente referencia al “cambio de sexo”– ante un estridente aplauso.
Al darse cuenta de lo que estaba sucediendo, los sacerdotes de la catedral tomaron la decisión de no celebrar una Misa fúnebre, sino de llevar a cabo un servicio sin Misa. De acuerdo al Cardenal Dolan, fue lo correcto dadas las circunstancias.