Birgit Weiler: Nueva consultora del Secretariado General del Sínodo es favorable a “sacerdocio” femenino

Dijo que las mujeres en la Amazonía imparten la unción de los enfermos

En abril de 2023, Weiler dijo que en la región amazónica hay personas que no son sacerdotes, pero aun así administran el sacramento de la unción de los enfermos con el permiso del obispo local, pese a que el Código de Derecho Canónico establece que esto sólo puede ser realizado válidamente por sacerdotes.

En una entrevista con el medio suizo kath.ch, Weiler señaló: “Hay obispos en la región amazónica que, por razones pastorales, consideran que no hay otro camino: porque en muchas comunidades simplemente no hay sacerdotes. Y cuando hay personas gravemente enfermas y hay religiosas en el lugar, administran el sacramento que piden los enfermos y sus familiares. Las monjas lo hacen con el permiso del respectivo obispo”.

“Esto no es nada inusual en la Amazonia”, observó Weiler, lamentando la escasez de sacerdotes.

Según el Código de Derecho Canónico (canon 1003): “Todo sacerdote, y sólo él, administra válidamente la unción de los enfermos”. Es decir, que ni siquiera los diáconos pueden administrar este sacramento.

Weiler también tocó el tema del encargo a los laicos para administrar el Bautismo, contemplado por el derecho canónico en casos específicos, así como la cuestión de la confesión a laicos, aunque enfatizó que la absolución no puede ser otorgada “formalmente”.

“Es imperativo que repensemos profundamente nuestra teología de los sacramentos”, dijo Weiler en la entrevista. “Los representantes de la Iglesia en todos los niveles reconocen la necesidad de un cambio radical. Existe una clara conciencia de la urgencia de romper con las estructuras clericales y avanzar hacia una Iglesia sinodal, dispuesta a adentrarse en las periferias sociales y existenciales”, argumentó.

La postura de la Hna. Weiler sobre el celibato sacerdotal

Durante la misma entrevista, en respuesta a la pregunta sobre si está decepcionada con el Papa Francisco debido a la no abolición del celibato obligatorio después del Sínodo de la Amazonia de 2019, Weiler señaló: “Se ha dado el primer paso”.

“Desde el principio nos quedó claro que el concepto de ‘viri probati’ [varones de probada virtud] aún necesitaba mayor elaboración. Pero la cuestión de los ‘viri probati’, es decir, hombres casados con experiencia que pueden ser ordenados sacerdotes, es más apremiante en la Amazonia que en otros lugares”, aseguró.

Al ser consultada sobre la posibilidad de la ordenación de hombres casados en el futuro, aseguró que se mantenía expectante de que “en un plazo máximo de 10 años” se “materialice la posibilidad de ordenar ‘viri probati’”.

Sugiere un sínodo para examinar el papel de las mujeres en la Iglesia Católica

Participando como una de las expertas en el Sínodo de la Amazonía de 2019, la Hna. Birgit hizo campaña por un papel más fuerte de las mujeres en la Iglesia.

En octubre de 2019, Weiler expresó a The Tablet la necesidad de “promover un debate más amplio sobre el papel de las mujeres en posiciones de liderazgo dentro de la Iglesia”. Además, de acuerdo al portal católico, se mostró favorable a que se realice un sínodo dedicado exclusivamente al papel de la mujer en la Iglesia Católica.

“La Iglesia necesita dar un paso consciente y hacer posible que las mujeres ocupen puestos de liderazgo donde tengan los dones, las habilidades y el conocimiento, y no simplemente prefieran a los hombres sobre las mujeres”, sostuvo.

En abril del año pasado, por primera vez en la historia del Sínodo de los Obispos, instituido por el Papa Pablo VI en 1965, a más de 50 mujeres se les permitió votar en la 16ª Asamblea General, cuya primera sesión se realizó del 4 al 29 de octubre de 2023. 

Es favorable a las diaconisas y al “sacerdocio” femenino

En la entrevista concedida a kath.ch, Weiler comentó que las diaconisas son inevitables: “En realidad, podría llegar muy pronto. No hay obstáculos teológicos si se entiende el diaconado como un oficio independiente en la Iglesia a través del cual Cristo se hace presente en la Iglesia en su servicio a la vida de las personas”.

Sin embargo, un mes después de esta declaración, en mayo de 2019, el Papa Francisco se pronunció sobre la posibilidad de la ordenación de diaconisas, explicando que la Comisión encargada de estudiar esa posibilidad no alcanzó el suficiente nivel de consenso.

Durante la rueda de prensa realizada a la vuelta del viaje apostólico a Macedonia en 2019, preguntado por la misma cuestión, el Papa aseguró: “Lo fundamental es que no hay certeza de que fuese una ordenación con la misma forma y la misma finalidad de la ordenación masculina. Algunos dicen que hay duda. Sigamos adelante a estudiar. No tengo miedo al estudio, pero hasta este momento no va”.

En el año 2020, se puso en marcha una nueva comisión de estudio, que se reunió en septiembre de 2021 por primera vez.

En relación con la pregunta del medio suizo sobre las razones teológicas para admitir a las mujeres al sacerdocio, Weiler destacó: “Por un lado, esto se debe a nuestra dignidad como seres humanos. Hombres y mujeres están hechos igualmente a imagen de Dios. Si quieres decirlo bíblicamente, entonces todos somos portadores de Cristo. Todos tenemos la misma dignidad bautismal. No hay más para una persona y menos para otra. Por tanto, en mi opinión, debe ser posible que las mujeres que se sientan llamadas a ello sean admitidas al sacerdocio”.

Weiler también señaló que la aprobación del “sacerdocio” femenino tomará más tiempo que la ordenación de hombres casados. “Pero es imperativo que la Iglesia reconozca la urgencia de esta cuestión”, subrayó.

En junio de 2018, el Papa Francisco aseguró que la puerta para el sacerdocio de mujeres en la Iglesia Católica estaba cerrada porque “dogmáticamente no va”. Además, en varias ocasiones Francisco ha señalado que este tema ya ha sido resuelto definitivamente por San Juan Pablo II.

“Sobre la ordenación de mujeres en la Iglesia Católica, la última palabra clara fue pronunciada por San Juan Pablo II, y esta permanece”, subrayó el Pontífice en noviembre de 2016, haciendo referencia a la carta apostólica Ordinatio sacerdotalis de su predecesor.

“La ordenación sacerdotal, mediante la cual se transmite la función confiada por Cristo a sus Apóstoles, de enseñar, santificar y regir a los fieles, desde el principio ha sido reservada siempre en la Iglesia Católica exclusivamente a los hombres”, señala la carta apostólica de San Juan Pablo II de 1994.

Ésta destaca que, entre las razones esgrimidas para ello, están “el ejemplo, consignado en las Sagradas Escrituras, de Cristo que escogió sus Apóstoles sólo entre varones; la práctica constante de la Iglesia, que ha imitado a Cristo, escogiendo sólo varones; y su viviente Magisterio, que coherentemente ha establecido que la exclusión de las mujeres del sacerdocio está en armonía con el plan de Dios para su Iglesia”.