Cuatro obispos del estado mexicano de Guerrero se reunieron recientemente con miembros del crimen organizado, en un esfuerzo por buscar la paz en la región, sacudida por enfrentamientos y muerte.
Durante una rueda de prensa realizada el 14 de febrero, después de la Misa del Miércoles de Ceniza, Mons. José de Jesús González, Obispo de Chilpancingo-Chilapa, indicó que los prelados de la zona “empezaron a buscar diálogos con los jefes [criminales] que podrían brindarnos la paz”. Sin embargo, lamentó que “no se logró” su cometido.
En estos encuentros participaron los cuatro obispos de las diócesis que conforman la Provincia Eclesiástica de Acapulco: Además del Obispo de Chilpancingo-Chilapa, asistieron el Arzobispo de Acapulco, Mons. Leopoldo González; el Obispo de Tlapa, Mons. Dagoberto Sosa; y el Obispo de Ciudad Altamirano, Mons. Joel Ocampo.
La región que gobiernan pastoralmente los cuatro obispos, en la zona suroccidental de México, tiene una población de unos 4,8 millones de personas.
El principal obstáculo para estas negociaciones, según Mons. José de Jesús González, es que los criminales “ambicionan territorios”. El prelado señaló que en un principio una de las organizaciones delictivas quería “una tregua con sus condiciones”, pero para sus rivales “esas condiciones no fueron de agrado”.