La Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos (USCCB, por sus siglas en inglés) publicó un documento para explicar sus preocupaciones sobre la aprobación y desregulación de la píldora abortiva química por parte de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA).
La píldora es actualmente objeto de un caso en proceso ante la Corte Suprema.
Una demanda presentada por el grupo provida Alliance for Hippocratic Medicine acusa a la FDA de no estudiar adecuadamente los efectos adversos del medicamento al aprobar su uso y al eliminar ciertas salvaguardas, como aprobar la entrega por correo y poner fin al requisito de realizar una visita médica antes de obtener la receta.
“Medicamentos potencialmente dañinos serán enviados directamente a niñas y mujeres que no hayan consultado a un profesional médico en persona, y podrían resultar heridas o muertas sin que se tenga conocimiento de la causa”, en caso las políticas actuales de la FDA sigan vigentes, señalaron los obispos a través de un documento de “Preguntas y Respuestas” publicado por la Secretaría de Actividades Provida de la USCCB.
¿Cómo funciona la píldora abortiva?
La FDA aprobó el producto para aborto químico en cuestión, llamado mifepristona, en el año 2000 y posteriormente desreguló el medicamento. Las normas permiten que una mujer embarazada tome el medicamento hasta las 10 semanas de gestación, momento en el que su hijo no nacido tendrá un latido cardíaco fetal, actividad cerebral temprana y ojos, oídos, labios y fosas nasales parcialmente desarrollados.