El Administrador Apostólico de Mar del Plata y Obispo Auxiliar de Buenos Aires, Mons. Ernesto Giobando, reveló detalles del milagro de canonización de Mama Antula, la primera santa mujer de Argentina, que permitió la curación de un buen amigo del prelado, al que conoce desde hace más de 50 años.
En declaraciones a ADN Celam el 9 de febrero, Mons. Giobando contó que conoció a Claudio Perusini hace décadas porque eran compañeros en el colegio jesuita Inmaculada Concepción en Santa Fe, y luego ingresaron juntos a la Compañía de Jesús en 1978.
Perusini se retiró de los jesuitas poco antes de ser ordenado y se fue a trabajar “al sur de país, en Río Gallegos, provincia de Santa Cruz. Conoce allí a su esposa, tienen dos hijos, forman una familia muy linda”, relató el Obispo.
En 2017, Claudio Perusini tuvo un accidente cerebrovascular (ACV), la situación era gravísima y los médicos le dieron al hombre 48 horas de vida.
“A las pocas horas de que Claudio tuvo su accidente cerebrovascular, su esposa me llama e inmediatamente salí de Buenos Aires y me fui a Santa Fe directo al Hospital Cullen, me llevé unas estampas de Mama Antula”, continuó el Obispo jesuita.
“En el viaje le pedí a Mama Antula que lo sanara, que intercediera por él. En la sala de terapia intensiva estuve rezando, Claudio estaba intubado, inconsciente, en un coma 4 —creo— muy fuerte, y le pedí a Mama Antula que lo sanara. También les dije a los enfermeros y médicos que estaban allí que le rezaran a esta ‘santita’ que seguramente iba a ayudar a Claudio y le dejé una estampa debajo de monitor”, prosiguió.