El 8 de febrero de cada año se celebra la Jornada mundial de oración y reflexión contra la trata de personas, un evento promovido por el Papa Francisco.
Este año el lema escogido es "Caminando por la igualdad: escuchar, soñar, actuar”, como una manera de materializar el compromiso de la “Llamada a la Acción", que asumieron los jóvenes representantes de diferentes organizaciones internacionales, reunidos en Roma el año pasado.
Cabe destacar que en 2015 el Santo Padre estableció que la Jornada mundial se celebre en la memoria litúrgica de Santa Josefina Bakhita, una religiosa sudanesa-italiana que anteriormente fue esclava y víctima de torturas, y que luego "se convirtió en santa y en símbolo universal del compromiso de la Iglesia contra la esclavitud".
"Si volviese a encontrar a aquellos negreros que me raptaron y torturaron, me arrodillaría para besar sus manos, porque, si no hubiese sucedido esto, ahora no sería cristiana y religiosa", afirmó la santa que hoy representa un ícono de la historia de África.
San Juan Pablo II la beatificó en 1992 y la canonizó durante el Jubileo del año 2000. Además, Benedicto XVI, al publicar su carta encíclica Spe salvi en 2007, la propuso como ejemplo de vida para hablar de la esperanza.
El Papa Francisco recordó el 8 de febrero de 2015, al finalizar el rezo del Ángelus, que la santa fue una "religiosa sudanesa que de niña vivió la dramática experiencia de ser víctima de la trata", y alentó "a cuantos están comprometidos a ayudar a hombres, mujeres y niños esclavizados, explotados y abusados como instrumentos de trabajo o placer, y a menudo torturados y mutilados".