El sacerdote mexicano Eduardo Hayen, director del semanario Presencia de la diócesis mexicana de Ciudad Juárez, ha compartido recientemente una reflexión sobre las graves consecuencias del sexo fuera del matrimonio.
En una reflexión compartida en la red social X (antes Twitter), el P. Hayen aborda el caso de un hombre católico de 50 años, “que frecuenta la Eucaristía”, realiza adoraciones eucarísticas y “reza el Rosario”, pero admite que es “mujeriego, por lo que recurre a veces a la Confesión”.
El P. Hayen explica en su publicación del 7 de febrero que el accionar de este hombre refleja una “falta de madurez emocional y afectiva”, que se enmarca en un “mundo que mira la sexualidad de manera tan deformada, y que además promueve la promiscuidad”.
Según una encuesta del Pew Research Center publicado en agosto de 2020, la mitad de los cristianos estadounidenses afirmaron que el sexo casual entre adultos que lo consienten es aceptable “a veces” o “siempre”. Seis de cada diez católicos (62%) adoptaron esta opinión.
Sin embargo, el P. Hayen recordó que el sexo fuera del matrimonio no es un “pecadillo”, sino que, por el contrario, provoca un “daño muy elevado para quien lo practica”, así como para la familia y la sociedad.
De acuerdo al Catecismo de la Iglesia Católica, en su numeral 2353, la fornicación, que es la unión carnal entre un hombre y una mujer fuera del matrimonio, “es gravemente contraria a la dignidad de las personas y de la sexualidad humana, naturalmente ordenada al bien de los esposos, así como a la generación y educación de los hijos”.