El Papa Francisco continuó en la Audiencia General de hoy con su ciclo de catequesis sobre los vicios y las virtudes. Este miércoles centró su discurso en la tristeza.
A continuación, la catequesis completa del Papa Francisco:
Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!
En nuestro recorrido de catequesis sobre los vicios y las virtudes, hoy nos detenemos sobre un vicio, la tristeza, entendida como un abatimiento del alma, una aflicción constante que impide al ser humano experimentar la alegría en su existencia.
Ante todo, hay que señalar que, respecto a la tristeza, los Padres hacían una distinción importante. Hay en efecto una tristeza que es propia de la vida cristiana y que con la gracia de Dios se transforma en alegría: ésta, por supuesto, no debe rechazarse y forma parte del camino de conversión. Pero hay también un segundo tipo de tristeza, que se insinúa en el alma y que la hace caer en un estado de abatimiento: esta debe ser combatida.
Hay, entonces, una tristeza amiga, que nos lleva a la salvación. Pensemos en el hijo pródigo de la parábola: cuando toca el fondo de su degeneración, experimenta una gran amargura, y esto le impulsa a recapacitar y a decidir volver a la casa paterna (cf. Lc 15, 11-20). Es una gracia gemir por los propios pecados, recordar el estado de gracia del que hemos caído, llorar porque hemos perdido la pureza en la que Dios nos soñó.