El 6 de febrero es fiesta de Santa Dorotea, patrona de floristas, fruteros y jardineros, a quien se le conmemora junto a San Teófilo debido a una cesta milagrosa de manzanas y rosas que recibieron de un ángel.
Se calcula que ambos murieron a inicios del siglo IV en la actual Turquía. De acuerdo a la Enciclopedia Católica un prefecto llamado Sapricio sometió a Santa Dorotea a la tortura y la sentenció a muerte por su fe.
Cuando ella era llevada a ser ejecutada, Teófilo, el abogado pagano de Sapricio, le dijo en son de burla: “Novia de Cristo, envíeme un poco de fruta del jardín de su novio”. Hay una tradición que indica que la santa le respondió diciendo que así lo haría.
Antes de ser degollada, ella se puso a rezar. De acuerdo a algunas tradiciones, un ángel —en otras se asegura que fue un niño de 6 años— se le apareció. El inesperado personaje llevaba una cesta de rosas con una increíble fragancia y diversas frutas, entre ellas tres manzanas. Entonces, Dorotea, le indicó: “Llévalas a Teófilo y dile: ‘He aquí, te mando del Paraíso lo que me has pedido’”.
El ángel obedeció y le entregó a Teófilo los regalos tal como le había indicado Santa Dorotea. El abogado pagano al ver este prodigio empezó a gritar que Cristo era el verdadero Dios y se convirtió.
Todos se quedaron estupefactos al ver cómo Teófilo proclamaba su fe. Es así que sus compañeros lo denunciaron y él también fue condenado a morir. “Por eso, su memoria litúrgica está asociada con la de Santa Dorotea en el mismo día”, indica Vatican News, el sitio web oficial de noticias del Vaticano.