El Arzobispo de Madrid, Cardenal José Cobo Cano, tomó posesión de su título cardenalicio en la mañana del domingo 4 de febrero en la iglesia Nacional Española de Santiago y Monserrat, en la que participó gran parte de la comunidad española y también la embajadora de España ante la Santa Sede, Isabel Celaá.
El Arzobispo de la capital española llegó a Roma en los días previos a esta ceremonia para participar en la Jornada Mundial de la Vida Consagrada y para acompañar a más de 80 seminaristas de Madrid que fueron recibidos por el Papa Francisco el sábado 3 de febrero.
En la homilía de su toma de posesión, el Cardenal Cobo destacó que “cuando el Papa coloca el birrete al nuevo cardenal, lo primero que nos recuerda es que cuanto sucede a un miembro de la Iglesia, sucede a todo el pueblo de Dios y que cada gesto singular es una llamada para todos”.
En este sentido, se refirió a la ceremonia no solamente como un acto protocolario, sino como “una celebración de toda la Iglesia que tiene como centro a Cristo que es quien la construye”, al tiempo que expresó su agradecimiento “y comunión con el Papa Francisco, que me ha encomendado este servicio”.
“No hay Iglesia de Jesucristo sin el Papa”
También instó a “ayudar a construir la Iglesia” y recordó que es el Espíritu Santo “quien consolida su unidad”.