A pesar de que el régimen de Daniel Ortega lidera desde hace años una persecución contra la fe, “la Iglesia sigue viva en Nicaragua”. Así lo expresa a ACI Prensa uno de los sacerdotes del país que sufre esta grave situación.
Para el sacerdote, que ha preferido mantener su anonimato por motivos de seguridad, “el dolor sigue afectando a las familias y comunidades parroquiales por la expulsión de sus pastores y familiares”.
Lamentó que “a este dolor se suman los más de 90 reos políticos, entre ellos muchos laicos colaboradores de la Iglesia Católica en el país”, que son encarcelados y sometidos a una tortura psicológica continua.
“Han desterrado a nuestros pastores, nos han congelado el dinero de las parroquias y diócesis, pero la Iglesia en Nicaragua sigue viva y sigue caminando”, expresó.
Para el sacerdote nicaragüense, esto se debe a “que Dios es quien dirige la Iglesia, con la fuerza de su Espíritu y María Inmaculada, que acompaña a nuestro pueblo”.
Además, enfatizó que “la Iglesia no es una ONG ni es la oposición como cree el gobierno de Ortega, es algo que va mucho más allá”.