Los obispos de la Provincia Eclesiástica de Morelia se congregaron hoy en la Catedral de Nuestra Señora de la Asunción en Apatzingán, en el estado mexicano de Michoacán, para ofrecer una Misa por las víctimas de la violencia que azota la región.
En 2023 se registraron más de 3.106 homicidios en Michoacán, según datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, siendo 1.756 de ellos homicidios dolosos.
Apatzingán, ubicada a 187 kilómetros al suroeste de Morelia, la capital del estado de Michoacán, ha sido duramente golpeada por la violencia derivada de la disputa territorial entre grupos como el Cártel Jalisco Nueva Generación, la Familia Michoacana y los Caballeros Templarios.
Mons. Cristóbal Ascencio García, Obispo de Apatzingán, describió durante la celebración eucarística la situación como una “violencia infrahumana” manifestada por el control de los grupos del crimen organizado sobre las comunidades.
“Por eso los pastores no dejamos de alzar la voz, no sólo implorando a Dios, sino también para exigir el cese de tanta violencia y de tanta impunidad”, señaló el Prelado.
A pesar de “la situación tan dolorosa” que atraviesa el estado, de la cual “pareciera que no encontramos cómo salir” Mons. Cristóbal Ascencio García llamó a “unir nuestros esfuerzos, nuestras manos solidarias, abrir nuestros oídos para escucharnos y ayudarnos”.