El Papa Francisco se ha vuelto a pronunciar sobre la declaración Fiducia supplicans durante una audiencia a los miembros del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, en la que subrayó que no se bendice la unión, “sino simplemente a las personas que juntas la han solicitado” y que éstas no requieren “la perfección moral para ser recibidas”.
El Papa Francisco se reunió este 26 de enero en el Palacio Apostólico con los miembros del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, cuyo prefecto, el Cardenal Víctor Fernández, es el autor de la declaración que ha despertado una serie de reacciones de obispos y numerosas conferencias episcopales.
Durante su discurso a los miembros de este dicasterio tras concluir su Asamblea Plenaria, el Papa Francisco precisó que la intención de las “bendiciones pastorales y espontáneas es mostrar concretamente la cercanía del Señor y de la Iglesia a todos aquellos que, encontrándose en diferentes situaciones, piden ayuda para continuar -a veces para comenzar- un camino de fe”.
“Quisiera subrayar brevemente dos cosas: la primera es que estas bendiciones, fuera de cualquier contexto y forma litúrgica, no requieren la perfección moral para ser recibidas”, destacó el Pontífice.
Asimismo, señaló que “cuando una pareja se acerca espontáneamente para pedirlas, no se está bendiciendo la unión, sino simplemente a las personas que juntas la han solicitado”.
“No a la unión, sino a las personas, — insistió —, teniendo en cuenta naturalmente el contexto, las sensibilidades, los lugares donde se vive y las formas más adecuadas de hacerlo”.