En el marco de la inauguración del Año Judicial este jueves 25 de enero, el Papa Francisco recordó a los jueces del Tribunal Apostólico de la Rota Romana la importancia de la oración y de invocar al Espíritu Santo para realizar un buen discernimiento, especialmente durante los procesos de nulidad matrimonial.
En su discurso dirigido a los magistrados, el Santo Padre reflexionó sobre el discernimiento, un “capital de este servicio”, especialmente necesario durante los procesos de nulidad matrimonial.
Asimismo, recordó la últimas reformas implementadas en este tipo de procesos por medio de su motu proprio Mitis iudex Dominus Iesus y puntualizó que estos cambios “no deben ser malinterpretados, y nunca debe descuidarse la necesidad de servir a los fieles con un ministerio que les ayude a comprender la verdad sobre su matrimonio”.
Aclaró además que con estas modificaciones no ha querido favorecer la nulidad de los matrimonios, “si no la celeridad de los procesos” y por ello ha deseado que las causas de nulidad matrimonial se tramiten por vía judicial, y no administrativa, “porque lo exige la necesidad de proteger en grado sumo la verdad del vínculo sagrado”.
“Sin oración no se puede ser juez”
El Papa Francisco explicó a los jueces de la Rota Romana que este discernimiento constituye una gran responsabilidad que la Iglesia les confía, “porque influye fuertemente en la vida de las personas y de las familias”.