Este 24 de enero, el Papa Francisco ha reconocido el milagro atribuido a la intercesión de la Beata canadiense Madre María Leonia Paradis, fundadora de la Congregación de las Pequeñas Hermanas de la Sagrada Familia.
Cada vez que el Santo Padre se reúne con el Cardenal Marcello Semeraro, Prefecto del Dicasterio de las Causas de los Santos, el Pontífice suele promulgar nuevos decretos. Esta mañana, tras conocer la agenda del Papa Francisco, los periodistas del Vaticano ya imaginaban que el boletín del día llegaría cargado de sorpresas.
En concreto, tras su reunión con el purpurado encargado de todo lo relativo a las causas de beatificación y canonización, el Papa Francisco ha aprobado el milagro atribuido a la Beata Marie-Léonie Paradis, nacida en L'Acadie (Canadá) el 12 de mayo de 1840, y bautizada con el nombre Virginie Alodie.
La futura santa canadiense nació en una familia numerosa y sencilla. Fue la única mujer de seis hermanos y sus padres se dedicaron a actividades rurales.
Con tan sólo nueve años ingresó en la Congregación de las Hermanas de Notre-Dame en Laprairie. A los catorce años, en agosto de 1857, entró en el convento de las Marianitas de Santa Cruz en Saint-Laurent (Montreal), con el nombre de Sor María de Santa Leonia.
Su misión: apoyar el ministerio sacerdotal