El lunes, en el 51º aniversario del desaparecido fallo de la Corte Suprema, Roe vs. Wade, la administración del presidente Joe Biden anunció nuevos planes para aumentar el acceso a los abortos quirúrgicos y químicos, y a los anticonceptivos.
La iniciativa de la Casa Blanca incluye nuevas directrices del Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS, por sus siglas en inglés) para apoyar el aborto quirúrgico a través de una ley federal que garantiza el “tratamiento médico de emergencia”. El plan también avanza con acciones ejecutivas previas para brindar un acceso más fácil a los abortos químicos a través de una regulación federal.
“La salud y la vida de las mujeres están en juego debido a las extremas prohibiciones estatales del aborto”, afirma la declaración de la Casa Blanca.
“Estas peligrosas leyes estatales han causado caos y confusión, ya que las mujeres están siendo rechazadas de las salas de emergencia, obligadas a viajar cientos de millas u obligadas a ir a los tribunales para solicitar permiso para recibir la atención médica que necesitan”, añade.
Las nuevas acciones del HHS incluyen capacitaciones para los trabajadores de la salud y educación a los pacientes sobre los requisitos federales de la Ley de Trabajo y Tratamiento Médico de Emergencia (EMTLA) y facilitar el proceso para presentar quejas contra hospitales bajo esa ley.
La ley de 1986 exige que los hospitales participantes de Medicare proporcionen a todos los pacientes exámenes médicos de detección apropiados, tratamiento de estabilización y traslado, independientemente de su capacidad de pago.