Papa Francisco a carismáticos: Avancen como movimiento eclesial y no como “escuela de samba”

En sus palabras, el Pontífice destacó que “el movimiento carismático, por su propia naturaleza, da espacio y énfasis a la oración, especialmente a la oración de alabanza, y esto es muy importante”.

“Sigan sirviendo a la Iglesia en esto, especialmente promoviendo la oración de adoración. Una adoración en la que predomine el silencio, en la que la Palabra de Dios prevalezca sobre nuestras palabras (…) en la que Él, el Señor, sea verdaderamente el centro y no nosotros”, alentó el Papa Francisco.

Evangelización

El Santo Padre destacó luego el aspecto de la evangelización, “que también pertenece, por así decirlo, al ADN del movimiento carismático”.

En ese sentido, continuó, el Espíritu Santo anima a los fieles a salir y a comunicar el Evangelio, comenzando por el testimonio de vida.

“De qué sirve hacer largas oraciones y muchos cantos hermosos, si no sé ser paciente con el prójimo, si no sé estar cerca de mi madre que está sola –es el cuarto mandamiento: me escandalizo de los hombres y mujeres cuyos padres están en un asilo y no voy a visitarlos– o de aquella persona en dificultad”, cuestionó.

El Papa remarcó que “la caridad concreta, el servicio escondido es siempre la verificación de nuestro anuncio: las palabras, los gestos y los cantos, sin la concreción de la caridad, no sirven”.

Comunión

El Papa Francisco resaltó luego que en cada Iglesia particular, en cada lugar donde están presentes “los movimientos eclesiales deben buscar siempre la comunión efectiva. ¿Y qué significa esto? Significa que la comunidad de Renovación debe estar al servicio de toda la comunidad diocesana, de toda la comunidad parroquial, según las indicaciones pastorales del obispo”.

“Significa también comunión con otras realidades eclesiales, asociaciones, movimientos, grupos: para dar testimonio de fraternidad, de estima recíproca en la diversidad, de colaboración en el compromiso de iniciativas comunes, al servicio del pueblo de Dios y también en las cuestiones sociales en las que está en juego la dignidad de las personas”.

Tras advertir ante el peligro del “chisme”, el Papa animó a los carismáticos a seguir “adelante con alegría. Que la Virgen los bendiga, que esté siempre en medio de ustedes como entre los primeros discípulo en el cenáculo”.

“Y les pido por favor que recéis por mí. Recen con su cuerpo, con todo, por mí”, concluyó.