BUENOS AIRES,
Tras el fallo de la Suprema Corte de Justicia de la provincia de Buenos Aires que permitió que una mujer embarazada de ocho meses se someta a un aborto debido a que su bebé padecía anencefalia, diversas organizaciones pro-vida rechazaron la decisión y la calificaron de “anti ecología humana” y “regresión moral”.
La Sociedad Argentina de Ética Médica y Biológica (SAEMB) señaló que “lamenta y no apoya” el fallo de la Suprema Corte pues se trata de una decisión basada “en la carencia del sentido de la vida y del dolor” que crea “una atmósfera de moral de situación, de individualismo y de insolidaridad”.
En un comunicado firmado por su presidente, doctor Luis Aldo Ravaioli, la organización denunció que “la discriminación por malformaciones genéticas o adquiridas es un acto de anti ecología humana y de canibalismo” y agregó que “el darwinismo social y el nazismo siguen vigentes en la mentalidad de muchos jueces”.
“Esta sentencia –añadió Ravaioli– carece de densidad académica y de relieve científico”, ya que las constituciones nacional y provincial “garantizan la vida, la libertad y la seguridad de todos los seres humanos, estén dentro o fuera del útero”.
Asimismo, es “una afectación de los derechos humanos de un tercero, aunque lo soliciten los padres, ya que el nascituro tiene derechos inalienables, absolutos, universales e intangibles”.
Por último, el texto explica que la Suprema Corte de Justicia bonaerense “ejerce un despotismo ilustrado y discrimina por ‘racismo cromosómico’, suponiendo que existen ‘vidas de segunda’ o carentes de valor”.