El Papa Francisco pidió justicia global e igualdad en materia de asistencia sanitaria, en su mensaje dirigido a los participantes de la conferencia organizada por la Asociación Médica Mundial junto a la Pontificia Academia para la Vida.
El Santo Padre destacó la importancia de este congreso, celebrado bajo el título “La Declaración de Helsinki: La investigación en entornos de escasos recursos”, y precisó que la Declaración, desde su versión inicial en 1964, “ha ofrecido una contribución esencial”.
“Bien sabemos lo significativo que ha sido este cambio para la práctica de la medicina al fomentar una nueva armonía en la relación entre médico y paciente”, señaló.
Por ello, resaltó la necesidad de “salvaguardarlo y promoverlo continuamente”, especialmente en las “nuevas circunstancias” en las que se encuentra la medicina.
El Pontífice puntualizó que la medicina “avanza cada vez con mayor rapidez” debido sobre todo a la inclusión “de nuevos recursos tecnológicos y farmacéuticos, intereses económicos y alianzas comerciales, y contextos culturales en los que es más fácil instrumentalizar a los demás para los propios fines”.
Denunció asimismo “las numerosas injusticias que empujan a los países pobres a una posición de desventaja, en términos de acceso y de utilización de los recursos disponibles, dejándolos a merced de los países más ricos y de entidades industriales”.