En el designio de Dios Creador, hasta los animales que pueblan el cielo, la tierra y el mar, participan en los asuntos humanos. La providencia que abarca toda la escala de los seres vivos, se sirve de estos preciosos y fieles amigos del hombre y de su imagen para significar los dones de la salvación.
Salvados de las aguas del diluvio por medio del arca, participan de algún modo en el pacto de alianza con Noé; el cordero recuerda la inmolación pascual y la liberación de la esclavitud en Egipto; un gran pez salva a Jonás del naufragio; los cuervos alimentan al profeta Elías; los animales, con los hombres participan en la penitencia de Nínive y con toda la creación forman parte del plan de redención universal.
Invoquemos, pues, la bendición de Dios por intercesión de San Antonio Abad sobre estas criaturas y demos gracias al Creador que las ha puesto a nuestro servicio, pidamos que caminemos siempre en su ley y que nunca faltemos a nuestra dignidad humana y cristiana.
Lectura Bíblica
Escuchemos la Palabra de Dios del libro del Génesis (1, 20-28)
Dios dijo: «Que las aguas se llenen de una multitud de seres vivientes y que vuelen pájaros sobre la tierra, por el firmamento del cielo».
Dios creó los grandes monstruos marinos, las diversas clases de seres vivientes que llenan las aguas deslizándose en ellas y todas las especies de animales con alas. Y Dios vio que esto era bueno.
Entonces los bendijo, diciendo: «Sean fecundos y multiplíquense; llenen las aguas de los mares y que las aves se multipliquen sobre la tierra».
Así hubo una tarde y una mañana: este fue el quinto día.
Dios dijo: «Que la tierra produzca toda clase de seres vivientes: ganado, reptiles y animales salvajes de toda especie». Y así sucedió.
Dios hizo las diversas clases de animales del campo, las diversas clases de ganado y todos los reptiles de la tierra, cualquiera sea su especie. Y Dios vio que esto era bueno.
Dios dijo: «Hagamos al hombre a nuestra imagen, según nuestra semejanza; y que le estén sometidos los peces del mar y las aves del cielo, el ganado, las fieras de la tierra, y todos los animales que se arrastran por el suelo».
Y Dios creó al hombre a su imagen; lo creó a imagen de Dios, los creó varón y mujer.
Y los bendijo, diciéndoles: «Sean fecundos, multiplíquense, llenen la tierra y sométanla; dominen a los peces del mar, a las aves del cielo y a todos los vivientes que se mueven sobre la tierra».
Oración de los fieles
Dios creó al hombre y lo puso en la tierra para que, ejerciendo su dominio sobre todos los animales, celebrara la gloria de su Creador. Unámonos al canto de las criaturas y digamos juntos:
R. ¡Cuán grandes son tus obras, Señor!