En su mensaje para la XXXII Jornada Mundial del Enfermo, que se celebrará el 11 de febrero de 2024, fiesta de la Virgen de Lourdes, el Papa Francisco anima a hacer “crecer la cultura de la ternura y de la compasión”, y recuerda que “los enfermos, los frágiles, los pobres están en el corazón de la Iglesia”.
El mensaje fue difundido este 13 de enero por la Oficina de Prensa de la Santa Sede, y lleva como punto central una cita bíblica del Génesis: “No conviene que el hombre esté solo”.
El Santo Padre resalta que “desde el principio, Dios, que es amor, creó el ser humano para la comunión, inscribiendo en su ser la dimensión relacional. Así, nuestra vida, modelada a imagen de la Trinidad, está llamada a realizarse plenamente en el dinamismo de las relaciones, de la amistad y del amor mutuo. Hemos sido creados para estar juntos, no solos”.
“Y es precisamente porque este proyecto de comunión está inscrito en lo más profundo del corazón humano, que la experiencia del abandono y de la soledad nos asusta, es dolorosa e, incluso, inhumana. Y lo es aún más en tiempos de fragilidad, incertidumbre e inseguridad, provocadas, muchas veces, por la aparición de alguna enfermedad grave”, señala.
El Papa Francisco recuerda el sufrimiento a causa del Covid-19
El Papa Francisco recuerda luego a quienes “estuvieron terriblemente solos durante la pandemia de Covid-19; en los pacientes que no podía recibir visitas, pero también en los enfermeros, médicos y personal de apoyo, sobrecargados de trabajo y encerrados en las salas de aislamiento”.