El Consejo Permanente de la Conferencia Episcopal Francesa (CEF) ha expresado atentamente su delineado apoyo a Fiducia supplicans, la declaración del Dicasterio para la Doctrina de la Fe sobre bendiciones pastorales.
A su entender éstos son el “acompañamiento en la Iglesia a las personas homosexuales que viven en pareja” y a “las personas divorciadas comprometidos en una vida de pareja”.
El organismo episcopal acoge la Declaración como “un estímulo a los pastores para que bendigan generosamente a quienes se acercan a ellos humildemente pidiendo la ayuda de Dios”.
Los Prelados franceses consideran que, de esta manera, “les acompañan así en su camino de fe para que descubran la llamada de Dios en su propia existencia y respondan concretamente a ella”.
El escueto comunicado del Consejo Permanente recuerda que la Declaración recuerda la doctrina de la Iglesia Católica sobre el matrimonio como una “unión exclusiva, estable e indisoluble, entre un hombre y mujer, naturalmente abiertos a la generación de los hijos”, enseñanza que, subrayan “recibimos del mismo Jesús”.
Además, el texto de los Prelados franceses señala que de Jesucristo recibimos también la llamada “a una acogida incondicional y misericordiosa”.